La fundación
Internacional Arigatou, fue creada por Myochikai el 12 de octubre de 1990. Su
objetivo es defender los derechos de los niños y niñas y promover su íntegro
desarrollo físico y psicológico. Sostenidos por contribuciones voluntarias como
una forma de poner en práctica sus oraciones por las programas de la Fundación
son totalmente sostenidos por la Paz Mundial. La Palabra Arigatou, es de origen
japonesa y significa “Gracias”, como la forma de expresar agradecimiento por la
oportunidad de trabajar por el bienestar de los niños y niñas del mundo.
Aprender a Vivir Juntos (AVJ) fue creado por la Red Global de Religiones a favor de la niñez-
GNRC. Un programa Intercultural e Interreligioso para la Educación ética creado
con el fin de ayudar a los adolescentes y jóvenes a comprender y respetar a las
personas de otras culturas y religiones. Para ello ha elaborado un manual
metodológico como recurso facilitador para los líderes y lideresas que trabajan
con población juvenil y pre-juvenil principalmente en sectores vulnerados de la
sociedad.
En el Salvador
estuvo coordinado por Gabriela Veliz de la Fé Bahái, posteriormente asumió la
Coordinación el Centro Bartolomé de las Casa, CBC, bajo la coordinación de
Larry Madrigal y un equipo de trabajo.
La Iglesia
Luterana Salvadoreña, por medio de la Pastoral de la Familia, coordinada por la
Revda. Abelina Centeno de Gómez y su equipo de apoyo, ha estado participando
desde algunos años como parte del trabajo realizado por Religiones por la Paz,
donde como iglesia nos representa Revdo. Medardo Ernesto Gómez, Obispo; y Revda.
Cecilia Alfaro.
En los últimos años
ha estado implementando este proyecto piloto, tanto en el Colegio Luterano en
San Salvador como en las comunidades luteranas por medio del Consejo Nacional
de Jóvenes. En el Colegio pese a los esfuerzos, no se logró los resultados
esperados, no así en las comunidades donde el proyecto fue bien acogido por los
y las jóvenes, que con mucho interés se interesaron en aprender y reproducir. En
el año 2011 y 2013 se desarrolló el proyecto como plan piloto en diferentes
comunidades.
En 2014, se
implementó una prueba piloto con el Consejo Nacional de jóvenes, quienes recibieron
capacitación sobre el manual y ahora ellos está implementándolo en la
multiplicación a nivel nacional.Se pretende
dotar a los líderes y educadores de herramientas adecuadas para la práctica de
un programa intercultural e interreligioso que permita a los niños, niñas y
adolescentes desarrollar un sentido sólido de la ética, propiciando la erradicación
de la violencia y fomentando la paz como el espacio y ambiente ideal para el
desarrollo bio-psico.social de nuestra niñez.
Como Iglesia
Luterana creemos que con la implementación de este proyecto en las comunidades
de fe donde tenemos presencia, contribuimos de manera concreta y efectiva a la
prevención de la violencia y al rescate de nuestra niñez, de las garras de la
violencia.
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