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miércoles, 4 de agosto de 2010

II CONGRESO DE MUJERES LUTERANAS


Con el tema de la Violencia desarrolló la Iglesia Luterana Salvadoreña, su II Congreso de Mujeres Luteranas, evento desarrollado este pasado martes 03 de Agosto en las instalaciones del “Centro Luterano Concordia”, ubicado en Calle Antigua a Monserrat y paralela al Boulevard de los Próceres, con motivo de celebrar el XXIV aniversario del obispado luterano. En este evento participaron más de un centenar de mujeres luteranas de las diferentes comunidades del país. Las comunidades de Jayaque también se hicieron presentes con sus representantes, para conocer más de esta problemática que tan fuertemente está golpeando las familias salvadoreñas. El lema del Congreso fue “No a la violencia; si a la Vida”. 

 El obispo Medardo Gómez estuvo presente para dar las palabras de saludo y bienvenida a las participantes del Congreso. Entre otras cosas destacó que “La mujer tiene una contribución especial en la Iglesia, es la madre la que tiene la primera oportunidad de educar a los hijos e hijas, es con las mujeres que la Iglesia complementa su misión”.

También enfatizó que el tema de la violencia no es invento de persona alguna, es un tema inspirado por Dios, una revelación divina a partir de una consulta realizada al cuerpo pastoral. El tema de la violencia obedece al clamor y el llanto de las familias, pidiendo justicia a causa de los tantos crímenes, extorsiones y violaciones, causados por un pequeño sector de la sociedad que solo quiere sembrar pánico y terror en la gente. El pueblo de Dios dice: Basta ya a tanta violencia. No más violencia. 

Como cristianas y como Iglesia tenemos un gran poder, el poder de la oración. Pero, la iglesia no solo está llamada a orar, también tiene que actuar. La violencia ha trascendido todas las esferas de la vida humana en la sociedad salvadoreña; desde la violencia física a la psicológica; desde la violencia privada y doméstica hasta la violencia social y estructural, marcada por la delincuencia y el crimen organizado. 

Frente a estos hechos cabe hacernos la pregunta ¿será que nosotros/as todos los salvadoreños/as somos violentos, somos delincuentes? A esto respondemos que no, la mayoría de salvadoreños/as somos gente humilde, trabajadora y emprendedora que luchamos por construir una sociedad mejor y heredar un país diferente a nuestros hijos e hijas.

Según las estadísticas, de toda la población salvadoreña que oscila entre los 7 millones de habitantes; 30.000 están organizados en las maras y unos 10,000 en las redes del crimen organizado, lo que los hace solo una minoría si lo comparamos con el total de habitantes. Esta minoría es la que nos hace quedar mal. Se cumple lo que el dicho popular dice: pagamos justos por pecadores. Ellos son los que hacen quedar mal al país y que ahora la comunidad internacional nos vea como país y como gente violenta. 

En este Congreso Luterano de Mujeres, queremos estudiar, analizar y comprender a la luz de la Biblia cuál es el plan de Dios para sus hijos e hijas y como las fuerzas del mal se oponen a su realización.

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